La resistencia a los antimicrobianos es una amenaza creciente, las estadísticas reflejan que 700.000 personas en todo el mundo mueren cada año debido a la resistencia a los medicamentos. Entre las enfermedades resistentes se encuentran: la tuberculosis, el VIH y la malaria.

 

Países del todo el mundo siguen dando pasos importantes para combatir la resistencia a los antimicrobianos (AMR, por sus siglas en inglés). Sin embargo, persisten muchos desafíos que requieren especial atención.

En el informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se advierte de la gravedad de la amenaza de la AMR para la salud humana y el desarrollo económico. En especial llaman la atención por los sectores animal y alimentario que son los que tienen mayores riesgos y necesitan con urgencia más inversiones y medidas.

Avances contra la AMR

Los avances en contra está amenaza son muy disparejos. Mientras muchos países europeos llevan más de cuatro décadas trabajando en políticas contra el AMR en múltiples sectores económicos, otros especialmente en Asia y África ignoran las recomendaciones de la FAO y ONU, por ejemplo, para limitar el uso de antimicrobianos de gran relevancia en el estímulo del crecimiento en la producción animal.

Además, si bien en la mayoría de países existen legislaciones o planes para combatir la AMR, pocos tienen la financiación asegurada necesaria para implementarlos. Actualmente 100 países cuentan con planes de acción nacionales en materia de AMR y otros 51 los están desarrollando, pero solo 53 países cuentan con un grupo de trabajo multisectorial completamente operativo y solo 10 tienen identificadas las fuentes de financiación para todas las medidas del plan.

Continúan los retos para los países más pobres

Para la OIE es prioritario ayudar a los países de ingresos medios y bajos a seguir las recomendaciones de uso responsable y prudente de los antimicrobianos, especialmente en animales. Pero también es importante reducir el uso no regulado y excesivo de antimicrobianos en la agricultura. Solo 64 países han limitado el uso de antimicrobianos humanos y animales de importancia crítica en la agricultura.

Insiste también en que debe haber una eliminación gradual en el uso de antibióticos para estimular el crecimiento en la producción animal, tan común en distintos sectores como el acuícola, y preferir métodos de producción más sustentables que no dependan tanto del uso de antibióticos.

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Informe de la FAO (EN): Monitoring global progress on antimicrobial resistance