Las mujeres subfértiles para quien la fertilización in vitro con hiperestimulación ovárica controlada no ha tenido éxito o ha resultado poco práctico, tienen otra opción para lograr el embarazo: la maduración in vitro de ovocitos.
Actualmente, la fertilización in vitro (FIV) es la técnica más exitosa para el tratamiento de la subfertilidad. Un importante avance que dio lugar a mayores tasas de embarazo fue la introducción de la hiperestimulación ovárica controlada (HOC) para la inducción de desarrollo folicular múltiple seguido por la transferencia simultánea de múltiples embriones. Por desgracia, la HOC controlada tiene un costo porque puede haber cargas financieras y psicológicas y riesgos para la salud. El costo directo de los medicamentos y los costos indirectos, tales como el compromiso de tiempo y las molestias asociadas con la supervisión intensiva, son las principales limitaciones de la HOC. La desventaja más importante de la HOC es el síndrome de hiperestimulación ovárica (SHO), una complicación potencialmente mortal. Además, se ha sugerido que la HOC tiene efectos perjudiciales sobre el desarrollo de ovocitos y los embriones derivados de estos ovocitos.
La maduración in vitro de ovocitos (MIV) es una técnica establecida que ofrece una opción de tratamiento para los pacientes con subfertilidad sin los riesgos y los costos asociados con la HOC. MIV difiere de la fecundación in vitro de dos maneras: No hay necesidad de HOC con gonadotropinas exógenas y los oocitos se recogen antes de alcanzar su plena madurez.
La maduración in vitro como alternativa para la fertilidad
Ambos aspectos clínicos y de laboratorio de MIV han mejorado de forma continua desde 1991, cuando se registró el primer nacimiento vivo después de la transferencia de embriones derivados de ovocitos inmaduros obtenidos de ovarios no estimulados.
La vigilancia del ciclo MIV comienza con un ultrasonido de la línea de base computarizada que se realiza en la fase folicular temprana del ciclo menstrual, entre los días 2 a 5 de un ciclo menstrual natural o una hemorragia por deprivación, inducido con el uso de un progestágeno en mujeres amenorreicas. El objetivo de la exploración basal es para descartar la presencia de un quiste o patología del útero y medir el número de folículos antrales.
El recuento de folículos antrales parece ser el más importante predictor del número de oocitos recuperables. La siguiente exploración se lleva a cabo entre los días 6 y 8 del ciclo. Cuando el folículo más grande alcanza los 10 mm a 12 mm de diámetro y el espesor endometrial es de al menos 6 mm, una dosis única de 10.000 UI de gonadotropina coriónica humana se da (GCH) de la inyección. La recogida de ovocitos está prevista a las 38 horas después de la inyección de HCG.
Como resultado de este procedimiento las tasas de embarazo y de implantación clínicas fueron las más altas en ciclos cuando el folículo principal fue de 12 mm en el día de la administración de la GCH.
El tratamiento de HOC combinado con la inseminación intrauterina (IIU) se ha aplicado empíricamente para diferentes tipos de infertilidad. Normalmente, el tratamiento consiste en 8 a 10 días de la inyección de gonadotropina, varias ecografías y la inseminación. La tasa de embarazo es del 10% al 15%.
La principal complicación de este tratamiento es un embarazo múltiple, que puede ocurrir hasta en el 30% de los casos. Sin embargo, como resultado de limitaciones en el número de embriones para ser transferidos y los esfuerzos para promover la transferencia de embriones individuales en los ciclos de FIV, la incidencia de nacimientos múltiples es menos de 10% en los ciclos de FIV o MIV. La mayoría de los embarazos múltiples en los tratamientos de fertilidad son atribuibles al uso de gonadotropinas en ciclos de IIU.
En comparación, el tratamiento implica la colección de ovocitos y embriones transferidos con una tasa de embarazo clínico del 30% al 40% por ciclo. La tasa de embarazo acumulada será mayor para los pacientes con embriones sobrantes. Las tasas de embarazos múltiples con rango de transferencia de un solo embrión son de 0% a 4,5%; en otras palabras, la MIV con transferencia de un solo embrión reduce la probabilidad de embarazo múltiple en 94%.
Por varias razones, la MIV puede sustituir a la estimulación ovárica con inseminación intrauterina. Si el costo de la MIV sigue en declive en los próximos años, será una alternativa rentable a la inseminación intrauterina mediante la reducción de las tasas de embarazo múltiple y dará a las mujeres subfértiles una mayor posibilidad de quedar embarazadas.