Como un empresario apasionado y un ser humano generoso, incondicional, alegre y temeroso a Dios, así recuerdan amigos y familiares a Renato Carló Paredes, un guayaquileño nacido el 13 de julio de 1957.

El trabajo siempre estuvo presente en la vida de Renato Carló. La visión de sus padres, el Dr. Nicolás Carló Mejía y la Sra. Aglae Paredes de Carló, lo llevó a él y a sus cuatro hermanos a involucrarse desde muy temprana edad en el negocio familiar: Laboratorios Kronos. Fue en esta misma empresa en la que desarrolló su vida laboral como ingeniero químico por casi 40 años, periodo donde pudo crecer profesionalmente y donde cumplió varios roles, desde manufacturar medicinas,  visitador médico, hasta llegar a la subgerencia y gerencia.

Como empresario, tenía la vista puesta al futuro y gustaba de revisar las nuevas tendencias del mercado y, junto al personal, se preocupaba por desarrollar productos innovadores y de apostar por la tecnología para mejorar la calidad de los mismos.

Su fuerte ética de trabajo, el no tenerle miedo a proponerse nuevas metas, luchar hasta cumplirlas y en ocasiones romper esquemas, fueron sus características profesionales.

Aunque tuvo algunas propuestas para participar en diversos puestos en la política, su amor por la familia no le permitió aceptarlos, pero se propuso ayudar a su ciudad y al país desde donde estaba.

Tuvo una fuerte agenda gremial, siendo presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas y de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos, vicepresidente del Colegio Regional de Ingenieros Químicos del Litoral, entre muchos otros cargos.

Como padre y esposo trabajó duro para brindarle a su familia no solo las necesidades básicas, sino también momentos de felicidad. Su esposa Susy Allieri de Carló y sus hijas Cynthia, Alison y Renata lo recuerdan como una persona que siempre estuvo a su lado en los momentos importantes y que demostró con acciones y palabras el gran amor que les tenía.

“Él siempre brindó su consejo, su tiempo y buscaba la forma de solucionar el problema de todos los que lo rodeaban”, señala su hija Cynthia.

En su vida personal Renato era conocido también por su afición al tenis y a la reparación de autos clásicos, un hobby que lo llevó a ser miembro del ClassicPower Club de Guayaquil y posteriormente su presidente. Hace 6 años uno de sus sueños personales se materializó al adquirir el restaurante Trattoria Piccolo Mondo, donde compartió su amor por Italia, su cultura y comida.

“En vida hermano, en vida” era una frase que siempre repetía y que quizás es la que resume el paso por este mundo de Renato Carló, quien falleció el 19 de abril de 2017 en su natal Guayaquil.